Resultó merecedor del premio de la Fundación de Casas Históricas y Singulares de España por el paseo de olivos del pazo. También se reconoce el valor de las más de 200 especies de camelias que se integran en su botánica.
La Fundación de Casas Históricas y Singulares celebró el pasado 7 de febrero en la embajada de Italia, en Madrid, su segunda edición de premios. En ella se anunció que el jurado de la entidad, compuesto por su patronato, decidió de manera unánime brindar la distinción enmarcada en la categoría de Jardines históricos o singulares al Marqués de Santa Cruz de Rivadulla, Juan Armada Díez de Rivera, gracias a la conservación e importancia de los del Pazo de Ortigueira, en Vedra.
La fundación, constituida en 1998 por la Asociación de Propietarios de Casas Históricas y Singulares de España, es una organización sin ánimo de lucro, de ámbito nacional, que reconoce las actuaciones más relevantes de los inmuebles históricos privados de España en su conservación, restauración y mantenimiento. El objetivo principal de la organización es sensibilizar a la sociedad sobre la importancia que tiene la conservación de los bienes patrimoniales de titularidad privada,
tanto por su valor histórico propiamente dicho como por la trascendencia económica que pueden tener desde diversos aspectos, como el turístico o el sector de servicios.
Los expertos premian y, por tanto, dan a conocer inmuebles antiguos y culturales, aunque también parques y jardines y cualquier edificación que estos contengan y con los que conformen, según explican, una unidad histórica y cultural. Así, los jardines del Pazo de Ribadulla incluyen una extraordinaria diversidad y riqueza en flora ornamental, así como un alto valor botánico y paisajístico. Para muchos es el espacio de estas características más fascinante que existe en Galicia.
Cuentan los profesionales que lo más destacable de los jardines quizá sea la abundante presencia de más de doscientas variedades de camelias y el tan prestigioso paseo de olivos, un conjunto de árboles que forman una singular red de caminos ortogonales con más de quinientos ejemplares de más de cinco siglos de vida. La relación de la camelia con el Pazo tiene que ver con Iván Armada y Fernández de Córdoba, conocido en el siglo XIX como el Tío Iván, que aumentó considerablemente la colección de plantas, especialmente estas flores. En sus cuadernos, explica que plantó varios ejemplares de camelia al lado de otros que ya crecían en el jardín. Por aquel entonces, dice que ya medían 7 metros de altura. Puede concluirse por ese motivo que esas fueron plantadas años atrás, en el siglo XVIII, otras antes de 1850 y, las del Tío Iván, de 1875 en adelante.
Con respecto a los olivos, en 2015 un ejemplar de este paseo ganó el Premio AEMO al Mejor Olivo Monumental de España por lo majestuoso de ese árbol en particular y por la singularidad del paisaje que lo rodea. Además, el centenario paseo (que Alejandro Sanz llevó a la pequeña pantalla tras grabar en él un videoclip) está incluido en el Catálogo Galego de Árbores Senlleiras de la Xunta, que hace referencia a formaciones arbóreas emblemáticas con características excepcionales que las hagan merecedoras de una protección especial.
Hay que indicar que, además de todo lo anteriormente expuesto, sus estanques y cascadas que conforman el paisaje junto con más especies florales, como rodondendros, azaleas, criptomerias, árboles de Júpiter o tulipaneros de Virginia, hacen al entorno del Pazo de Ortigueira merecedor de tal galardón.